Otrora

Fotografía de Álvaro Catalina

OTRORA

Otrora lares florecientes de vida y tradición

Festividades alegres de tamboril y castañuelas

Allí, donde el paisaje era modelado por labriegos

Mil y una sendas, desde prados hasta cumbres

Montes que lloran esperando un ganado ausente

Hierba sorda del golpe de badajo y cencerro

La tierra seca busca una ansiada fuente

El clima intimida como un adolescente gamberro

Ya no tañen las campanas

Ahogan los silencios

Ya no balan las ovejas

Ahogan los silencios

Ya no hay rastro de folklore

Ahogan los silencios

Abunda la decrepitud, lo joven nace viejo

Muros de adobes abandonados por vigas y tejados

Antaño hogares con vistas a la infinitud del universo

El tiempo exilió los recuerdos y legados

Risas y correrías acalladas por zarzas y espinos

Costumbres escondidas al fondo en la memoria

Por las calles solo pasea un viento erudito

La aldea languidece en la provincia de Soria

Aldeanos extinguidos exhaustos de tierra

dedicación eterna entre huertas y colmenas

Boinas y trillos sobrevolaron pastos y eras

Pieles agrietadas en la dura vida de la sierra

Ya los gallos no cantan

Ahogan los silencios

Ya no silban las dulzainas

Ahogan los silencios

Ya no se baila alrededor de las hogueras

El fuego se consume